Los empresarios de salas de exhibición cinematográfica tienen total libertad para fijar los precios de las entradas, según explicó a Servimedia José del Villar, presidente de la Federación Española que agrupa a este sector, por lo que la subida que se está produciendo en algunos de estos locales no tiene ningún control.

Desde comienzos de año se ha ido produciendo un incremento escalonado en el importe que el espectador debe abona por el acceso a algunas salas de cine de Madrid y Barcelona, que han pasado de las 650 pesetas a las 700 pesetas.

"No existe una política coordinada en este tema", aseguró Del Villar, "porque ya no está sujeto al control estatal de la Junta Superior de Precios, y cada uno es libre de cobrar lo que estime oportuno, aunque lógicamente exista el condicionante de la competividad del mercado".

El presidente de la Federación Estatal de Empresarios de Cine de España (FEECE) comentó que "hasta tal puntoése es un criterio individual que no tenemos un censo de lo que se cobra en cada sala, ya que en algunos casos, como el de Cataluña o Euskadi, esta materia está transferida a las autoridades autonómicas".

"Personalmente creo que los precios no deberían de subir, porque considero que debemos seguir siendo la distracción más barata", declaró Del Villar, "pero hay que tener en cuenta que cada vez son más elevados los costes para el exhibidor, sobre todo en las grandes ciudades, tanto de mantenimiento com de publicidad".