El "Sucar", único cine que permanecía abierto, cerró sus puertas tras un desacuerdo entre la arrendataria, Justina Rodríguez, y los propietarios del local, que demandaban un alquiler mensual de 600.000 pesetas.

José Luis Muñoz, presidente del "Cineclub Chaplin", afirmó que las negociaciones para la inaguración de la nueva sala "siguen su curso" y descartó que exista ninguna intención lucrtiva en el proyecto, por parte de los componentes de esa asociación.

En caso de que la apertura del nuevo cine provocara pérdidas, el déficit correría de parte del ayuntamiento, y, en el supuesto de lograr beneficios, según Muñoz, se invertirán en la promoción de actividades cinematográficas en la capital conquense.

Por su parte, Antonio Fernández, jefe de actividades de la Delegación de Cultura de la Junta castellano-manchega, aclaró que la nueva sala no será considerada como empresa comercial, a que su único fin "es que Cuenca vuelva a tener una sala de cine".