A pesar de que el Carretas no reúne las condiciones que podrían considerarse más atractivas para el público ni su patio de butacas es de los que cuentan con más capacidad, superó un año más en número de asistencias a las salas más importantes del país.

Las películas que ofrece este cine, en programa doble y en sesión continua, no son de estreno ni tampoco títulos de rimer orden. Además, es público que muchos homosexuales la utilizan como lugar de encuentro.

Los responsables de la compañía gestora del local justifican el hecho de que, con apenas mil localidades, el Carretas se haya convertido en el cine más frecuentado, en el largo horario de sesiones que ofrece, ya que permanece abierto de diez de la mañana a doce de la noche.

Según las mismas fuentes, en una jornada normal "está entrando y saliendo gente durante todo el día, sin interrupción, sin coincidir ecesariamente con el comienzo o el final de cada pase, y el trasiego puede rondar las seiscientas o setecientas personas".

Este promedio de afluencia se mantiene durante los siete días de la semana, hecho que marca la diferencia con sus competidores, que agotan las localidades los viernes, sábados y domingos, pero entre semana sufren un gran bajón.

Por lo que respecta a las otras salas que figuran en la clasificación, los cinco puestos siguientes después del Carretas en la tabla de espectadores sn también los cinco que mayores ingresos cosecharon en el período analizado.

Los cines Avenida, Lope de Vega, Palacio de la Música, Cid Campeador y Capitol, todos ellos de Madrid, repiten el mismo orden en los "rankings" de audiencia y recaudación, ya que los precios de sus localidades se unen a la elevada asistencia.