La sentencia condena a cada uno de los acusados, de entre 17 y 40 años de edad, por la violación individual y por cooperación en las restantes.

Uno de los acusados ha sido condenado a 64 años de prisión, otro a 57, dos a 54 y al más joven, a 8 años y cuatro meses, porque era menor cuando cometió el delito. El fisca había solicitado penas que sumaban 500 años de prisión, mientras que las defensas solicitaron penas mínimas.

Los hechos se remontan al 27 agosto de 1994, cuando la víctima se encontraba acampada en el paraje La Pradera de Montilla, acompañada por sus dos hijos. Según las declaraciones en la vista oral, uno de los acusados la violó en dos ocasiones y otro no logró la penetración.

El tribunal considera que la ingestión de alcohol y pastillas por parte de los acusados no fue fortuita, sino voluntara. Tuvo en cuenta la atenuante de embriaguez, pero no hasta el punto de aplicar la eximente incompleta por trastorno mental transitorio.