Los acusados asaltaban a las parejas, siempre hombre-mujer, en descampados de la zona de Barajas, tapaban sus caras y las trasladaban a lugares más alejados. En alguna ocasión golpearon a sus víctimas; en otras, cometieron agresiones sexuales.

La mayor parte de los detenidos llevaba poco tiempo en España y estaba en situación irregular. Alguno de ellos trabajaba durante la semana en reparto de publicidad, descarga de frutas y labores e este tipo.

La investigación se inició a principios de marzo, fecha en que se tuvo noticia del primer asalto. El último caso ocurrió el 3 de agosto. A través de las denuncias, los agentes fueron conociendo la forma de actuación de estos delincuentes.

Cometían los asaltos siempre en las madrugadas de viernes a sábado, en descampados de la zona de Barajas. Sorprendían a las parejas en el interior de los coches y las amenazaban con matarlas. Normalmente, portaban armas blancas, aunque también hicieon ostentación de armas de fuego.

Ninguno de los detenidos posee antecedentes policiales en España, pero todos ellos han pasado a disposición de la autoridad judicial.