Los cigarrillos de caramelo pueden ser un método de promoción de las marcas de tabaco entre los niños. Bajo esta consideración, abogados internacionales estudian ya os acuerdos entre tabaqueras y fabricantes de caramelos sobre el uso de las marcas registradas de tabaco en los dulces. A ello se une un precio relativo más bajo que el de otros dulces para niños, y su abundancia.

Desde 1998, se mantiene la prohibición de comercializar productos distintos de tabaco con un aspecto similar a éste. No obstante, las estrategias para evitar las acciones legales se demuestran con el mantenimiento de estos productos en el mercado.

Un estudio realizado en la Universidad e Rochester en 1990, mostraba que los niños entre 5 y 11 años consideraban estos caramelos como "juguetes de fumar ". Posteriores informes resaltaron la necesidad de reducir el enorme parecido entre los dulces y los paquetes de tabaco real.

La larga historia de estos productos, que se remonta a 1915, va unida a diversos procesos judiciales abiertos sobre la relación entre tabacaleras y fabricantes de dulces. Las comercializadoras de productos de fumar han realizado mínimos esfuerzos por evitar que loscaramelos se vendiesen en paquetes similares a los del tabaco, y los conflictos surgidos se han resuleto con acuerdos amigables.