Los responsables sindicales eludieron dar cifras sobre las ayudas que necesita la economía gallega, pero señalaron que, sólo el campo, del que vive el 40 por ciento de la población, precisa al menos un billón de pesetas.

Los sindicalistas, que explicaron en rueda de prensa los motivos de la huelga general convocada en Galicia para el próximo 2 de abril, aseguraron que "el 92 no es un año mítico sino crítico para esta comunidad autónoma".

Las principales reivindicaciones planteadas en el paro son la inclusión de Galicia en las medidas de choque para la cornisa cantábrica, mejores comunicaciones por carretera y ferrocarril, y un mayor compromiso inversor por parte de los grandes grupos empresariales de la región.

La jornada de huelga irá acompañada de manifestaciones en todas las mayores ciudades de la comunidad, con dos actos centrales, en Vigo y Lugo, que encauzarán respectivamente la protesta industrial y la agraria.

El secretrio general de UGT Galicia, Jesús Mosquera, aseguró que durante 1991 se presentaron en esta región 942 expedientes de crisis, que afectaron a unos 25.220 trabajadores, el 6 por cien de la población asalariada de Galicia.

El sector más duramente afectado fue el pesquero, con 648 expedientes en otras tantas embarcaciones, que afectaron a 8.491 de los 30.000 empleados del sector en las tres provincias costeras de la región.

En el ámbito industrial, la peor situación es la del sector naval, en donde,según los sindicatos, un 70 por ciento de las plantillas se encuentran en regulación de empleo, a pesar de la reducción de 2.800 empleos aplicada en la reconversión del 84.

PANCHO VILLA ESTA VIVO

En cuanto a la situación del campo, Mariano Lema, del Sindicato Labrego Galego, destacó la crisis del sector cárnico, del que dijo que tiene un millón de toneladas congeladas para las que no encuentra salida.

Aseguró también que la aplicación estricta de la cuota lechera asignada a España al adherirsela CE produciría la desaparición del 50 por ciento de las explotaciones lácteas, en las que trabajan 45.000 personas.

Tras recordar que en el campo no ha habido elecciones, lo que ha impedido a las organizaciones agrarias acceder al patrimonio de las cámaras agrarias, concluyó que "en Galicia todavía está vivo el grito de Pancho Villa pidiendo pan, tierra y libertad".

Por su parte, Jesús Díaz, de Comisiones Labregas, señaló que todos los gallegos son conscientes de que ya no tienen la "espita" d la emigración para dar salida al excedente de mano de obra, y no se resignan a caminar hacia una sociedad dual, la mitad sin futuro y la otra mitad viviendo de subsidios.

Los dirigentes sindicales coincidieron en criticar la falta de apoyo de la Administración central para resolver los problemas de Galicia y la "ineficacia" del Gobierno autonómico que preside Manuel Fraga.

De esto último, pusieron como ejemplo que "el 70 por ciento de la población forestal gallega está afectada por una plaga de rocesionaria desde hace cinco meses y el Ejecutivo regional todavía no ha adoptado ninguna medida".