John Breaux, uno de los autores del estudio, señaló que este negocio mantiee en la actualidad unos 32.000 puestos de trabajo, cifra que continuará creciendo durante los próximos años como consecuencia de la expansión que están experimentando los establecimientos no farmacéuticos en los que se dispensan este tipo de productos.

A pesar de estas cifras, la mayor parte de las plantas que se utilizan para elaborar productos con propiedades medcinales y aromáticas se importan, fundamentalmente desde países del este de Europa, como Yugoslavia, Bulgaria y Hungría.

Durante el peiodo 1992-94 España importó el doble de que lo que exportó. Además, en muchos casos los medios de producción en las transformación básicas y secundarias que se realizan en España están controlados por capital extranjero, lo cual da como resultado un balance comercial claramente negativo.

Por este motivo, el WWF ha pedido a las administraciones públicas que promuevan el cultivo de esta plantas mediante un plan coordinado de desarrollo económico que impida la sobreexplotación de las especies amenazadas,así como la investigación de nuevos mercados potenciales.

Esta reivindicación se basa en el importante potencial de la flora ibérica para competir en este mercado, ya que el 10 por ciento de las especies ibéricas tienen propiedades medicinales, y en muchos casos los productos importados presentan una calidad inferior a los que se elaboran en el interior.

AMENAZAS

Sin embargo, Emilio Blanco, coautor del informe, señaló que es necesario planificar la explotación de este tipo de productos, ya que uchas plantas se encuentran gravemente amenazadas, como la genciana, que se utiliza como tónico aperitivo; la gayuba, útil para afecciones de riñón, el tejo y la arnica.

La extinción de estas especies puede acarrear un daño irreparable en el ámbito científico. El caso del tejo es el que más repercusión ha tenido en los últimos años. La corteza de este árbol, cada vez más escaso, permitió obtener el Taxol, un medicamento que se ha revelado eficaz para combatir el cáncer de útero y el de mama. El riesgode sobreexplotación, que podía implicar su extinción, del tejo se ha logrado solucionar obteniendo el principio activo de forma sintética.

Según Emilio Blanco, para evitar la pérdida de especies es necesario elaborar y difundir entre recolectores y mayoristas listas nacionales y autonómicas que incluyan a aquellas que estén amenazadas y conseguir que las plantas en peligro de extinción se dejen de recoger de la naturaleza y se cultiven.

Blanco recordó el caso de la manzanilla real y la recolecció abusiva que se hizo de esta especie en Sierra Nevada, lo cual motivó su práctica extinción.

El informe del WWF sostiene que la explotación controlada de estos cultivos permitiría, por el contrario, crear puestos de trabajo y permitiría ofrecer una alternativa rentable a los agricultores, ya que, según Emilio Blanco, "resulta mucho más rentable cultivar manzanilla que el cultivo de patatas o de cereales".

Por ello, el WWF propone investigar y poner a punto las técnicas de cultivo de algunos endemsmos, especies que sólo se pueden encontrar en España, y su comercialización. En la actualidad los datos sobre superficie cultivada fluctúan entre los 6.000 y las 17.000 hectáreas.

Para los autores del informe, el futuro económico de las plantas medicinales y aromáticas en España pasa por una mayor calidad del producto, que supere la actual competencia con los países del este de Europa y norte de Africa.