La manifestación, que partió del estadio Santiago Bernabeu, estuvo "a punto de no celebrarse", ya que la aprobación oficial de la convocatoria de Unidad Motera por parte de la Delegación del Gobierno de Madrid se demoró hasta el último momento, según explicó Javier Rodríguez, presidente de la asociación Lucha Motera.

Los motoristas se quejan del nuevo impuesto de matriculación que cambia el tipo impositivo de las motocicletas ligado a sus emisiones de CO2.

El colectivo piensa que las motos tienen derecho a tributar el mínimo que marca la legislación, por ser un vehículo poco contaminante.

Pere Casas, de la asociación "Sí a la moto", alertó de que "tendrán que pagar el doble que un automóvil por una contaminación que ni siquiera se emite".

La falta de vigilancia de la correcta colocación de los guardarraíles y de la introducción de infraestructuras en pro de la seguridad de las dos ruedas son otras de sus críticas.