El objetivo del proyecto es desarrollar una tecnología activa para la prótesis, que será una combinación de microprocesadores, articulaciones hidráulicas y motores eléctricos. Además, la prótesis contará consensores en puntos estratégicos de la pierna que permitirán reducir la cantidad de energía que el usuario tendrá que emplear para andar sobre un terreno irregular y minimizar así el riesgo de caída.

El proyecto es el tercero que realizan conjuntamente el Laboratorio Nacional Sandia, dependiente del Gobierno de EE.UU., y los científicos rusos. El primero de ellos, la prótesis de pie, ya ha sido usado por soldados que perdieron un pie en la guerra de Chechenia.

El desarrollo del proyecto se realizaen los laboratorios estadounidenses, que cuentan con una tecnología más avanzada, pero la intención es que las prótesis sirvan para las personas que sufren la pérdida de sus miembros, la mayoría de las cuales viven en los países más pobres y son víctimas de las minas anti-personas.