El vuelo, pilotado por un aviador profesional, sobrevoló la localidad sudafricana de Ciudad del Cabo a una altura de 15.000 metros, y alcanzó una velocidad máxima de 1.600 kilómetros por hora.

La iniciativa tenía por objetivo recaudar 63.000 euros a beneficio del programa "Seeing is Believing" del banco Standard Chartered, que ayuda a niños ciegos de países en vías de desarrollo.

"Millones de personas ciegas de todo el mundo podrían recuperar la vista con el tratamiento adecuado, cuyo coste en muchos casos no llega a 40 euros", destacó Hilton-Barber.

El aventurero británico ya lleva recaudados más de un millón de euros para la lucha contra la ceguera, a través de su participación en otros retos deportivos.

El más reciente fue una travesía del Reino Unido a Australia a bordo de un ultraligero del que también fue copiloto, gracias a la adaptación de sus herramientas de navegación para su uso con órdenes vocales.