Amnistía Internacional afirmó hoy que estas detenciones forman parte de la política de las autoridades chinas de dificultar las actividades de los defensores de los derechos humanos en el país.

Uno de los activistas, Huang Qi, será juzgado mañana a puerta cerrada en el Tribunal Popular del Distrito de Houwu, en la ciudad de Chengdu, bajo la acusación de "explotación ilegal de documentos clasificados como altamente secretos". En el caso de ser condenado, se enfrenta a una pena máxima de tres años.

La directora de AI en Asia, Madhu Malhotra, subrayó que, "después de más de 13 meses de detención, Huang Qi sufre serias condiciones de salud, incluidos dos tumores que se han desarrollado desde entonces, y se teme que no haya recibido un tratamiento médico adecuado".

Huang Qi ayudó a padres que perdieron a sus hijos cuando se derrumbaron centros escolares durante el terremoto. Las familias apuntaron que la corrupción de las autoridades locales provocó la mala construcción de los edificios y su posterior desplome.

Por otro lado, el escritor y activista medioambiental Tan Zuoren será juzgado el próximo 12 de agosto por el Tribunal Popular Intermedio de Chengdu, con los cargos de "incitar a la subversión del poder del Estado" y de difamar al Partido Comunista Chino y al Gobierno.

Sin embargo, Amnistía Internacional señaló que la detención de Zuoren puede estar relacionada con su intención de publicar en el primer aniversario del terremoto de Sichuan una investigación independiente sobre el colapso de los edificios escolares causado por la corrupción gubernamental.

Por último, AI pidió a las autoridades chinas que dejen de perseguir por motivos políticos a Huang Qi y Tan Zuoren y que pongan a ambos en libertad inmediata e incondicional.