Esta medida se enmarca en el proyecto para la restructuración del Gobierno chino, que también prevé la creación de otros cuatro "superministerios" más para las áreas de transporte, construcción, industria y asuntos sociales, que agruparán las competencias que ahora se encuentran dispersas en otros organismos gubernamentales de menor envergadura.

La protección del medio ambiente se ha convertido en una de las prioridades del Ejecutivo chino, que teme que "la contaminación del aire y el agua perturbe seriamente la constitución de una sociedad armoniosa".

Actualmente, existe una agencia gubernamental para la protección del medio ambiente, que ya lleva funcionando varios años y servirá de base para la creación del nuevo ministerio.

Dicha agencia ha acometido numerosos proyectos en los últimos años como laimplantación de los créditos verdes, que penalizan a las empresas contaminantes que piden préstamos y los seguros verdes, que prevén indemnizaciones para las víctimas de accidentes que provoquen catástrofes ecológicas.

Sin embargo, estas medidas están resultando de difícil aplicación, ya que algunas provincias e instituciones financieras no han aplicado los créditos verdes, mientras que las autoridades locales protegen a industrias muy contaminantes en determinadas regiones del país.

El nuevo Ministerio de Medio Ambiente también se enfrentará a otras dificultades en su labor, como los intereses, a menudo opuestos, de su homólogo de Industria y de la Oficina Nacional de la Energía, cuya creación también prevé el proyecto de remodelación gubernamental.