En opinión de Chaves, "el PP sabe que tiene en su seno un verdadero problema que está afectando a la columna vertebral del partido desde abajo hasta arriba" y, "está jugando con fuego" con su "inhibición" en el asunto.

Por el contrario, el vicepresidente asegura haber "rechazado y devuelto muchos regalos porque consideraba que no estaban de acuerdo con el decoro de la institución" y no haberlos recibido de una "trama corrupta" ni en pago de "favores".

Tampoco admite haber concedido ninguno a la empresa Matsa, en la que trabaja su hija y que fue subvencionada por la Junta de Andalucía. Al contrario, el archivo de la querella de Manos Limpias por la Fiscalía del Tribunal Supremo permite a Chaves calificar el caso de "montaje, una pura basura política derivada del rencor político".

La otra alternativa a otorgar la subvención era, según el ex presidente andaluz, "haberle dicho a mi hija: mira, vete de Andalucía y busca trabajo fuera".