Chaves, que inició su intervención con una llamada al máximo consenso con los nuevos ayuntamientos andaluces, reprochó a los grupos de la oposición no haber garantizado la estabilidad política en este año y les culpó de centra toda su estrategia en dificultar la acción del Gobierno.

En este sentido, responsabilizó a la oposición de la retirada de los Presupuestos de la Junta de 1995. Chaves cree que es una actitud poco razonable y una forma demasiado estéril de hacer política que se trate de impedir la acción del Gobierno desde una mayoría parlamentaria o municipal.

A su juicio, el grado de cumplimiento del discurso de investidura descalifica el "falaz" argumento de la inactividad del Gobierno que defienden los partids de la oposición.

El presidente andaluz ofreció a los grupos una política de diálogo y consenso para garantizar proyectos de progreso y propuso la creación de un grupo de trabajo en la Cámara con el fin de consensuar los Presupuestos de la Junta para 1996.

Manuel Chaves defendió la incompatibilidad de los cargos públicos y privados, en clara alusión a los alcaldes del Partido Popular que cobran del erario público y mantienen sus negocios privados, como es el caso de Jaén. En su opinión, ese critrio no ayuda a la clarificación de los espacios que demandan los ciudadanos y atenta contra la austeridad y la transparencia.

Chaves también propuso la creación de un grupo de expertos que analice la reforma de la ley electoral y valore las posibilidades de las listas abiertas o cerradas para dotar a la vida pública de una "nueva frescura".

Varios cientos de manifestantes procedentes de Astilleros de Sevilla y pescadores y armadores del puerto de Algeciras se han concentrado a las puertas del Paramento, coincidiendo con el inicio del debate sobre el estado de la comunidad. La sede de la Cámara ha estado fuertemente escoltada por efectivos de la Policía Nacional, que han tenido que efectuar cortes de tráfico debido a la quema de varios neumáticos junto a las murallas de la Macarena.