Chaves explicó en la Ser que el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha encomendado al propio presidente del partido y a Alfredo Pérez Rubalcaba hacer de "puentes" con el PSC para la tarea que se abre tras las elecciones del pasado miércoles.

El resultado de las urnas, dijo, abre varias fórmulas posibles de gobierno, "y no va a ser fácil". Recordó que el PSC es un partido federado al PSOE y, por tanto, tiene "todo el margen de maniobra" para tomar las decisiones que juzgue oportunas.

Lo que van a hacer él y Pérez Rubalcaba, en consecuencia, es garantizar que los socialistas catalanes "conocen" la opinión del PSOE sobre las distintas posibilidades.

Esa opinión es, en síntesis, que si los socialistas catalanes optan por reeditar el tripartito, "no puede ser en las mismas condiciones y en la misma situación" que en la legislatura pasada.

"No creo que esa experiencia fuera muy buena. Si esa es la opción", sintetizó Chaves, "debería hacerse sobre unas bases y unas premisas diferentes" a las de entonces.

Chaves dejó claro, no obstante, que Rodríguez Zapatero "nunca" impediría una opción decidida por los socialistas catalanes, en referencia a sus supuestas maniobras para evitar un nuevo tripartito. El PSOE, aseguró, será "escrupulosamente respetuoso" con lo que decida Montilla.

Si su decisión no es formar un tripartito ni cerrar un acuerdo con CiU, sino pasar a la oposición, "tampoco pasa nada", porque los partidos mayoritarios deben acostumbrarse a estar en cualquiera de los dos papeles.

Además, apuntó, irse a la oposición abre otras "subhipótesis", como llegar a acuerdos puntuales con el Gobierno de la Generalitat o, incluso, pactos de legislatura.