EL CGPJ ELOGIA EN EL SENADO EL FUNCIONAMIENTO DE LOS TRIBUNALES DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO EN 1999

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Javier Delgado, elogió hoy el funcionamiento de los trbunales de lo contencioso-administrativo durante 1999, tras recordar que este área judicial ha sido, durante años, una de las que acumulaba mayor número de casos sin resolver.

Delgado compareció en la Comisión de Justicia del Senado para presentar la memoria sobre el estado, funcionamiento y actividades de dicho organismo y de los juzgados y tribunales de justicia, correspondiente al año 1998.

No obstante, destacó, por delante de los resultados obtenidos por la justicia a lo largo del año pasado,aquéllos registrados en los diez primeros meses del presente ejercicio en los tribunales mencionados.

Así, subrayó que, mientras que a finales de 1998 los distintos tribunales de lo contencioso-administrativo, tanto de los tribunales superiores de justicia como de la Audiencia Nacional, habían acumulado un total de 40.000 expedientes sin resolver, a uno de noviembre de este año se ha logrado superar la cifra de casos resueltos respecto a los que entran.

Delgado atribuyó la nueva situación a la inroducción de los juzgados de los contencioso-administrativo y a la implantación del llamado juicio oral o procedimiento abreviado. Tras admitir que, personalmente, "yo mismo era contrario a estos juzgados al principio, lo cierto es que en este periodo de rodaje están produciendo un resultado satisfactorio".

De este modo, de acuerdo con los últimos datos actualizados, se ha logrado descargar de asuntos de este tipo a la Audiencia Nacional, hasta el punto de que un 46 por ciento de los casos están siend abordados por los nuevos juzgados, mientras que del 53 por ciento restante entienden las salas de la Audiencia, que hasta el año pasado soportaban el cien por cien.

LENTITUD

Durante su intervención, el presidente del CGPJ admitió que, en la actualidad, "el gran problema de la justicia sigue siendo la lentitud".

En este sentido, señaló que a lo largo de 1998 la lentitud judicial fue "sostenida, en algunas jurisdicciones algo agravada y en otras algo atenuada". Así, según informó, mientras que e la jurisdicción civil se cerró el año con 45.000 asuntos menos que al empezar, en la penal se concluyó con 9.000 asuntos pendientes más.

De igual modo, en tanto que en la jurisdicción contencioso-administrativa se cerró el ejercicio pasado con 40.000 asuntos más pendientes, la laboral acabó con 7.000 menos. En conclusión, Delgado afirmó que "ha mejorado con carácter general la jurisdicción civil, y la laboral y ha empeorado algo la penal, y, en 1998, mucho la contencioso-administrativa".

Por otr parte, se refirió a la escasa credibilidad que la justicia española inspira entre los ciudadanos, a tenor de las encuestas de opinión. No obstante, subrayó que del 1.340.000 sentencias que se produjeron "sólo hemos visto que hayan discutidas, criticadas y atacadas entre 40 y 50", lo que, a su juicio, pone de manifiesto que la mayoría de las resoluciones judiciales "son aceptadas por la sociedad española con toda normalidad y naturalidad".

En relación a la situación del Tribunal Supremo informó que toas sus salas cerraron el ejercicio de 1998 con más asuntos de los que había pendientes. Acerca del futuro de este tribunal, dejó en el aire la siguiente pregunta: "¿Quiere el Poder legislativo y el Parlamento un Tribunal Supremo en el que aumenten muchísimo los magistrados o quiere un tribunal al que lleguen menos asuntos?".

Respecto a la labor del CGPJ, destacó el trabajo que desempeña la Escuela Judicial para la formación de los futuros jueces. De igual modo, explicó que durante 1998 sólo se incoaro 42 expedientes disciplinarios contra jueces, de los cuales 21 concluyeron con sanción, "lo que", a su juicio, "señala el alto grado de cumplimiento de sus deberes por parte de la generalidad de los jueces".

Por último, informó del resultado de un informe acerca de la experiencia del jurado popular, para subrayar que "en general hay una gran resistencia (por parte del ciudadano) a ser jurado".

Aunque apuntó que "el ciudadano que participa en un jurado sale favorablemente sorprendido en el sentidode que no creían ellos que en un proceso hubiera tal intensidad de garantías, a pesar de ello ninguno manifiesta deseos de volver a ser jurado".

(SERVIMEDIA)
21 Dic 1999
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