El concierto tendrá lugar después de que el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, y el rey don Juan Carlos pronuncien sendos discursos.

El concierto correrá a cargo del Octeto Ibérico de Violonchelos, que interpretará, entre otras, piezas de Albéniz, Falla, Granados y Monsalvatge. Además, los asistentes podrán escuchar a la cantaora flamenca Ginesa Ortega.

La constitución del CGPJ tuvo lugar en un acto solemne que se celebró en el Palacio de Justicia de Madrid el 23 de octubre de 1980 y que estuvo presidido por los Reyes.

Desde su constitución, el CGPJ ha tenido cinco presidentes. El primero de ellos fue Federico Sainz de Robles, magistrado del Tribunal Supremo y presidente de la Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo.

A Sainz de Robles, que presidió el CGPJ hasta 1985, le sucedieron en el puesto Antonio Hernández Gil (1985-90) , Pascual Sala Sánchez (1990-95), Francisco Javier Delgado Barrio (1996-2001) y Francisco José Hernando Santiago, que accedió al cargo en el año 2001.

TEATRO LIRICO

Desde su constitución, el CGPJ ha tenido varias sedes. La primera de ellas se ubicó en las plantas cuarta, quinta y sexta del edificio donde también se encontraba y se encuentra la Audiencia Nacional.

Tras permanecer once meses en esta primera ubicación, el CGPJ se trasladó en septiembre de 1981 al Paseo de la Habana, donde permaneció hasta el 13 de septiembre de 1990, cuando se mudó a su actual emplazamiento, en la calle Marqués de la Ensenada, frente al Tribunal Supremo.

La actual sede es un edificio construido a principios del siglo XX sobre los restos de un antiguo teatro incendiado. Hoy día el inmueble pertenece a Patrimonio del Estado.

Se trata del antiguo Teatro Lírico de Madrid, conocido también con el nombre de Gran Teatro, que fue construido entre 1901 y 1902 por el arquitecto catalán José Grases Riera, a petición del empresario vasco Luciano Berriatúa, para que los compositores españoles estrenasen allí sus obras.

Con un aforo para alrededor de 3.000 espectadores, el teatro dedicó su actividad a la ópera española, hasta que en 1917 se transformó en una sala de cine, que fue destruida en un incendio ocurrido el 30 de enero de 1920. Del fuego se pudo salvar la fachada, que ha perdurado hasta nuestros días.