Al parecer, en la reunión celebrada hoy ni siquiera se debatió sobre los candidatos a la Sala de lo Penal, si bien no se ha devuelto a la Comisión de Calificación la lista de cuatro magistrados propuestos para esta plaza.

"No hay pacto entre las asociaciones", dijo el portavoz sobre las informaciones sugidas en los últimos días referidas a un acuerdo entre los colectivos de jueces y magistrados para ubicar a sus candidatos en puestos estratégicos en el Tribunal Supremo.

"Si hubiera habido pacto, hubiese salido hoy el nombramiento", insistió Varela, quien precisó que "no se rechazan los candidatos, sino que simplemente se aparca la cuestión hasta el próximo pleno para poder tener así más elementos de juicio, ya que la presentación de los candidatos ha sido a última hora".

Los cuatro candidatos fnalmente seleccionados para esta vacante fueron Adolfo Prego, Eduardo Salinas, José Luis Calvo y Juan Saavedra, cuyas candidaturas volverán a ser estudiadas por el pleno del CGPJ dentro de quince días.

El Pleno de hoy sí acordó el nombramiento de José María Ruiz Jarabo como presidente de la Sala Quinta del Tribunal Supremo (de lo militar), en sustitución de José Jiménez Villarejo, que ahora es presidente de la Sala Segunda del mismo organismo.

Para llegar a este acuerdo, 14 vocales votaron a favo de Ruiz Jarabo, 2 apoyaron la candidatura de Baltasar Rodríguez Santos y otros dos se mostraron favorables a José Luis Bermúdez de la Fuente.

A partir de las 13 horas, nada más conocerse su nombramiento, numerosos magistrados felicitaron al recién ascendido, incluso su antedecesor en el puesto, José Jiménez Villarejo, aprovechó el descanso en la vista oral del recurso de casación presentado por Mario Conde en el "caso Argentia Trust", para felicitar al nuevo presidente.

José María Ruiz Jarabo naió en Teruel hace 62 años e ingresó en la carrera judicial en 1959. Desde 1965 es magistrado y ha desempeñado siempre funciones en la jurisdicción Contencioso-Administrativa. Ha trabajado en las audiencias territoriales de Burgos, Las Palmas y Madrid y desde 1982 permanecía en el Tribunal Supremo como magistrado de la Sala de lo Contencioso.