Ambos fueron los últimos presidentes en intervenir en el Debate sobre el Estado de las Autonomías que se celebra desde ayer en el Senado. Sus contenidos fueron similares, pero Imbroda se centró más en la inmigración y fue sustancialmente más duro en los términos.

Denunció expresamente "la ignorancia" del Gobierno hacia la situación de las dos ciudades y "el desamparo" en el que ambas quedaron ante las recientes avalanchas de inmigrantes sobre las verjas fronterizas.

"Marruecos asistía impasible a los asaltos", aseguró, y desde el Gobierno español "se aplaudía una colaboración que no existía" por parte del país magrebí.

Imbroda dijo al presidente del Gobierno que "tenía que haber ido" a las dos ciudades "en los momentos difíciles", y que sería "muy importante" para sus habitantes una visita del rey.

Reconoció que la inmigración no es un problema exclusivo de España, pero se mostró convencido de que el Gobierno central y la Unión Europea no perciben en sus justos términos la realidad de la situación. Como prueba de ello señaló el reciente reglamento de regulación extraordinaria de inmigrantes que, en su opinión, ha provocado un evidente "efecto llamada". La conclusión es que los melillenses se preguntan cada noche si pueden dormir tranquilos o habrá un nuevo asalto a su frontera.

La participación de las comunidades autónomas en las decisiones de la Unión Europea que las afectan, incluidas las cumbres bilaterales, ha sido uno de los logros más resaltados por el presidente del Gobierno en este debate.

Sin embargo, Vivas Lara denunció que ése no ha sido el caso de Ceuta y Melilla, ya que no han estado presentes en ninguna cumbre con Marruecos. Imbroda fue más allá y habló a las claras de "ninguneo".

"AUTENTICO DRAMA"

Vivas Lara pidió responsabilidad al Gobierno para no dar "pasos irreversibles" en contra de los principios constitucionales que pudieran suponer un perjuicio para todos "y un auténtico drama" para los territorios más dependientes del resto.

"Ceuta es y se siente España por encima de cualquier otra condición", y ese sentimiento "se acentúa ante las provocaciones o las dudas" y nadie puede juzgarlo "anacrónico, trasnochado, rancio o estéril".

Explicó que la diversidad de etnias y religiones que conviven en la ciudad no atenúa ese sentimiento, pero sus peculiaridades afectan a su desarrollo y es, por ello, un claro ejemplo de "destinatario de solidaridad".

A modo de ejemplo recordó su reducida superficie, la alta densidad de población, su condición de frontera terrestre de España y Europa con Africa, y la severa presión migratoria, que compromete seriamente su suficiencia financiera.

Denunció acto seguido que la llegada del actual Gobierno ha supuesto para Ceuta "un paso atrás" en el proceso emprendido con anterioridad para impulsar su desarrollo.

Sólo se recuperaría ese impulso, dijo, defendiendo "con claridad y contundencia" la españolidad de las dos ciudades autónomas. En este sentido, Imbroda le reprochó a las claras "haberse callado" cuando se le ha preguntado por la posibilidad de soberanía compartida. "Tiene que decir que no hay ni la va a haber", le espetó.

Reclamó también "un reparto equitativo" de la carga que supone la inmigración. Para ello, pidió la ampliación de dotaciones de los servicios públicos dependientes de la Administración General, y una compensación concreta por los servicios que presta la propia ciudad y que superan sus posibilidades.

Recordó, además, que preservar la seguridad y la inviolabilidad de las fronteras es competencia del Estado, algo que en los últimos tiempos, insinuó, se puede haber cuestionado.

Tanto Vivas Lara como Imbroda detallaron las dificultades que la carestía del transporte impone al desarrollo y abastecimiento de las dos ciudades, y reclamaron por ello el cumplimiento del compromiso de declarar de interés público las rutas aéreas y marítimas de comunicación con la península.

Para ello los dos reclamaron también la aplicación de la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución para que Ceuta y Melilla puedan tener consideración de comunidad autónoma.