El secretario general de la CETM, Javier de Mauricio, mostró a Servimedia su esperanza de que las negociaciones que están llevando a cabo desde el Comité Nacional del Transporte con el Gobierno vasco den resultado y las restricciones "no sólo no se extiendan al resto del territorio, sino que se levanten en el País Vasco", ya que stá claro que "los problemas que alega no existen, y es de sabios rectificar".

Javier de Mauricio comentó que "era previsible" la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de no admitir los recursos presentados por Asturias y Cantabria, que pedían la suspensión de la medida hasta que se conociera la sentencia definitiva.

En su opinión, el Gobierno vasco quiere "comprobar que al prohibir el tráfico de camiones pesados durante los días festivos y domingos disminuye la siniestralidad por lo que va a esperar a tener los datos que confirmen este descenso". Sin embargo, agregó que "éste no es motivo, porque siempre que hay menos tráfico, hay menos accidentes y no por eso se prohíbe la circulación".

Javier de Mauricio reconoció que "hay un problema de colapso en el paso de Irún, pero también lo había en el paso de Algeciras, y se solucionó dialogando y poniendo más barcos, no restringiendo el tráfico en la zona". "Estamos dispuestos a solucionar el problema de Irún, pero creemos que a solución no es ésta".

A su juicio, puesto que las concentraciones en Irún se forman porque los camiones esperan en los arcenes la apertura de la frontera, "este problema se solucionaría con la construcción de aparcamientos en los que los camiones pudieran esperar sin obstruir la carretera".

En un principio, las restricciones afectaban a todos los camiones, excepto los que tenían principio o final de ruta en el País Vasco, pero ante las críticas por discriminación el Gobierno vasco amplió la proibición a todos los camiones. Esto, según Javier de Mauricio, ha convertido el problema en una "patata caliente", porque "ahora los camioneros más perjudicados son los vascos".