Esta organizaión entregó ayer sus alegaciones al anteproyecto presentado por el Gobierno, que consideran que no garantiza una movilidad libre, discrimina en horario y jornada al personal del Sistema en comparación con el resto de personal del Estado, establece una régimen disciplinario "sin garantías jurídicas" y elimina la vía jurisdiccional para dirimir conflictos laborales.

También se pronunció hoy, en este sentido, la CESM en Madrid, que tacha de autoritario el anteproyecto, y recuerda que los médicos están acualmente regidos por un Estatuto Jurídico preconstitucional.

Declaran su sorpresa ante el capítulo disciplinario del Estatuto Marco, que consideran medieval, especialmente cuando permite que una desobediencia a un superior pueda ser castigada con el "traslado forzoso con cambio de localidad, sin derecho a indemnización, durante cuatro años".

A juicio del sindicato madrileño, es preocupante que ni siquiera se contemple la posibilidad de "desobedecer por motivos de conciencia" (negarse a prácticar n aborto terapéutico). "Con esta figura disciplinaria incluida en el anteproyecto de ley recuperamos e incluimos en el ordenamiento jurídico de nuestro país el castigo de destierro", añade el comunicado.

El régimen jurídico que incluye el texto está plagada, a su juicio, de figuras autoritarias y obsoletas, "que no son dignas de un Estado democrático", agrega.