Fernández Laguilhoat no quiso pronunciarse sobre la conveniencia o no de ceder la gestión del impuesto de matriculación a las comunidades autónomas, y se limitó a decir que "nosotros creemos que no debe haber ningún impuesto de matrculación".

Recordó que los fabricantes de coches vienen reclamando la eliminación de este impuesto desde hace muchos años. Fernández Laguilhoat explicó que este impuesto "pudo tener su razón de ser en la época en que el automóvil era un lujo, porque era un bien que lo detentaban muy pocos afortunados en nuestro país, pero después ha perdido por completo ese carácter".

"Somos un país desarrollado y ya es una masa enorme de población la que tiene automóvil. Es un instrumento de trabajo", por lo queinsistió en que "no tiene ningún sentido seguir manteniendo esa fiscalidad". Además, según Fernández Laguilhoat, lo que puede atribuirse al coste del automóvil, como es el uso de carreteras, "se financia con creces con los impuestos que pagamos cuando echamos gasolina a nuestros coches".

Fernández Laguilhoat indicó que no hay una cuantificación precisa de lo que ingresa el Estado por impuestos sobre el automóvil, pero calculó que en un mercado de alrededor de un millón de coches al año a un precio medo por vehículo de 1.600.000 pesetas, los ingresos por impuestos (IVA y matriculación) del Estado ascienden a unos 448.000 millones de pesetas.

El responsable de Anfac aseguró que la industria del automóvil "es quizá la industria más importante que tiene el país, y tiene que vivir en unas condiciones similares a las que vive en los países europeos donde hay fabricación de automóviles si queremos tener una industria competitiva".

"Es necesario que el mercado español sea el mercado que corresponde aun país de nuestra población, nuestro nivel de renta y nuestra superficie, y no un mercado que está muy por debajo de lo que debe ser, como consecuencia de que tiene una fiscalidad excesiva", concluyó.