"Hay muchas personas que han mantenido una crítica insidiosa contra mí y una acusación respecto a la filtración de las informaciones, (...) y la sentencia me absuelve de esa injuria y de esa calumnia. Y es agria porque me condena a mí y a unos subordinados míos", manifestó Perote a Radio Nacional.

Respecto a si recurrirá el fallo judicial, dijo que su abogado, Jesús Santaella, tiene previsto hacerlo, porque "tenemos posibilidades de anular el juicio en función de unas sentencis que ha habido contra el procedimiento que se ha utilizado, al ser un tribunal presuntamente contaminado".

Sobre los seis meses de arresto, indicó que "normalmente, para las personas que hemos estado viviendo una vida no fácil, la cárcel material no es lo que nos preocupa, son las sentencias, y en este caso es más dolorosa la sentencia que las consecuencias de cárcel que pueda tener, que en este caso no las tiene".

BORDEAR LA LEGALIDAD

Preguntado si era posible que organizara las escuchas sin l conocimiento de sus superiores, Perote afirmó: "Era totalmente imposible". "Se necesitan unos medios, unas personas, un local. (...) Además existen unos procedimientos de control, unos informes semanales, mensuales y anuales".

Aseguró que nunca recibió ni dio orden alguna de realizar escuchas a personas concretas. "Era un barrido en la telefonía móvil, en el cual se hacían grabaciones de conversaciones que salían en esa frecuencia. Esto es lo que nos condena la Audiencia. No podemos hacer eso ni siqiera con el parapeto o el respaldo de la seguridad nacional", explicó.

Por último, el ex coronel subrayó que "los servicios de inteligencia tienen pautas difíciles de entender normalmente (...) y sé que cuando estaba en el servicio de inteligencia podía tener repercusiones mi vida de este tipo, y lo sabemos todos los agentes que hemos estado destinados en el Cesid y en otro servicio de inteligencia: la legalidad la bordeamos muchas veces".