CESID. GONZALEZ GARANTIZA QUE VOLVERIA A REUNIRSE CON EL ABOGADO D CONDE POR DEFENDER AL ESTADO, A PESAR DEL "RIESGO" CORRIDO
- Afirma que las críticas de Aznar por este asunto le invalidan para gobernar en el futuro
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El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró hoy que decidió entrevistarse con Jesús Santaella, abogado de Mario Conde y l coronel Juan Alberto Perote, para cumplir su "obligación" de evitar la difusión de los documentos robados al CESID, y garantizó que volvería a hacerlo si fuese necesario para velar por la seguridad del Estado, a pesar del "riesgo" corrido.
El jefe del Ejecutivo compareció ante el pleno del Congreso a petición de todos los grupos de la oposición para explicar el encuentro que mantuvo en el Palacio de La Moncloa con Jesús Santaella el pasado 23 de junio.
González advirtió desde el comienzo de su ntervención que no iba a añadir "nada nuevo" a lo que ya dijo el ministro de Justicia sobre este asunto el pasado 5 de octubre, también ante el pleno del Congreso, ni a las explicaciones del ministro de Defensa ante la Comisión de Secretos Oficiales.
El presidente reiteró que mantuvo esta entrevista con la única finalidad de hacer frente a un "pulso" al Estado, evitando que se difundiera una información tan sensible para la seguridad nacional como la que supuestamente sustrajo del CESID el coronel Perte.
"Al ejercer su responsabilidad, el Gobierno era consciente del riesgo que corría, pero decidió asumirse en aras al interés de velar por la seguridad del Estado. No les quepa duda de que volvería a entrevistarme con quien fuese necesario si con ello eliminase o limitase el daño que podía infligirse a nuestra seguridad".
"Mantener contactos con quienes pueden estar en posesión de material clasificado no es sólo un derecho del Gobierno, sino su estricta obligación. Volvería a hacerlo si lo consierase necesario para cumplir con una de mis obligaciones básicas, que es la de garantizar la seguridad del Estado. Creánme si les digo que si hemos corrido el riesgo no ha sido por satisfacer capricho alguno".
Según González, desde el primer momento fue "consciente" de que la entrevista podría ser utilizada en su contra, a pesar de que la reunión se mantuviera en la sede de la Presidencia del Gobierno y ante el ministro de Justicia.
El presidente explicó lo ya sabido sobre el contenido de su reunón con Santaella, las condiciones puestas por éste para no filtrar la documentación del CESID y la negativa final del Ejecutivo a aceptarlas.
"Les pedí que en el ejercicio legítimo de su derecho de defensa, respetasen siempre la defensa y seguridad de España, comprometidas si llegaban a difundirse los documentos que obraban en poder de Perote y Conde", explicó.
TIEMPO GANADO
En su opinión, aunque "desgraciadamente" no se logró el objetivo perseguido con la entrevista de recuperar los papeles roados, la reunión sirvió para dos cosas: conocer el material sustraído al CESID y ganar "un tiempo precioso" para limitar el daño del robo advirtiendo a las personas e instituciones que podrían verse perjucidadas.
Tras citar someramente los asuntos de seguridad y servicios de inteligencia que tratan los papeles robados -fuentes de información del CESID, lucha antiterrorista, contraespionaje internacional, etc.-, dijo que su mera enumeración debería evitar "cualquier duda sobre el riesgo que supondría s divulgación".
Acto seguido arremetió veladamente contra las críticas que ha recibido por este asunto desde el Partido Popular y su líder, José María Aznar: "Quien dudase (del riesgo de la divulgación de los papeles) no sólo comete una temeridad. Demuestra que pone los intereses partidistas por delante de los intereses colectivos, en una visión tan estrecha que le inhabilita para cualquier responsabilidad política futura".
El presidente afirmó que la negativa del Gobierno a aceptar las condicione que le puso Santaella no sólo no acabó con los contactos, "sino que al parecer estimuló determinados esfuerzos del periodismo llamado de investigación".
Como balance de lo sucedido, se mostró convencido de que las reacciones críticas a sus declaraciones iniciales, en las que dijo que se había intentado echar un "pulso al Estado", "han quedado acalladas por los hechos".
A su modo de ver, ha quedado claro que "todo parece valer" para "erosionar al Gobierno", con "complicidades diversas", desde el taque a los cuerpos de seguridad del Estado y los servicios de inteligencia.
Al final de su intervención, González confesó que no "confiaba mucho" en que sus explicaciones de hoy convencieran a la oposición.
(SERVIMEDIA)
08 Nov 1995
JRN