Asimismo, Defensa aseguró hoy que su titular, Julián García Vargas, en ningún momento afirmó ayer en el Congreso que existan dificultades para "controlar políticamente" a los servicios de inteligencia, el Cesid.

El inisterio reitera en una nota de prensa que lo que dijo el ministro es que hay dificultades para un "control efectivo" del Cesid, "porque siempre hay casos individuales en que ese control se hace complicado, dificultoso".

García Vargas se refirió a los casos en que existan tentaciones "de usar la experiencia profesional, sobre todo una vez que ya se ha dejado de pertenecer formalmente a los Servicios, o utilizar la información adquirida a través de esa experiencia profesional para represalias, para prpósitos que siempre tienen carácter individual".

Para castigar en el futuro estos posibles usos de experiencia o información para fines particulares, el Gobierno ha introducido en el anteproyecto de Estatuto de Personal del Cesid "un estricto régimen de incompatibilidades para quienes causen baja en los servicios de información".

Estos ex agentes "se abstendrán de desarrollar por sí, o mediante sustitución, actividades relacionadas con asuntos en los que hubiera tenido intervención o conocimientopor razón de su destino o cargo y deberá comunicar a la dirección del Centro las actividades que vaya a realizar".

Además, el Gobierno tiene el propósito de que las infracciones a este deber de incompatibilidad sean objeto de sanción penal. "A este fin se propondrá la incorporación al proyecto de Código Penal de un nuevo tipo de delito que contemple estas conductas individuales de los ex agentes de los servicios de inteligencia", anuncia Defensa.