El letrado explicó que su cliente fue fotografiado en un apartahotel de Palma de Mallorca, a que acudió a una reunión privada. "Estaban tres parejas y sacaron fotos porque estaban de broma", dijo Guardia, quien añadió que una de las personas presentes en aquella fiesta vendió a Ruiz-Mateos las fotos que más tarde fueron publicadas en la revista "Interviú".

El abogado declaró ignorar si Roldán conocía la existencia del chalé que, según "El Mundo", utilizó el Cesid para espiar a altos cargos, puesto que aún no ha hablado con su cliente sobre ello. "Que yo sepa, no (lo conocía)", dijo.

Segn publica hoy el diario "El Mundo", entre 1993 y 1994 el Cesid grabó con cámaras de vídeo ocultas encuentros y reuniones, tanto privados como de carácter político, de altos cargos en un chalé que tenía alquilado en la calle Sextante, en Aravaca (Madrid).

Las filmaciones, que según el rotativo contaron con el visto bueno del entonces director del Cesid, Emilio Alonso Manglano, se encuadran dentro de un operativo que se puso en marcha en 1991 y que recibió el nombre de "Aneto-Pirámide-Torre". En la relaión de documentos que intervino el juez militar Jesús Palomino al coronel Juan Alberto Perote aparecen unas anotaciones alusivas a las cintas grabadas ilegalmente por el Cesid.