Los sindicatos reaccionaron anunciando su rechazo total del dictamen, por entender que supone "comercializar con el derecho del empleo y tener a los trabajadores en manos de los empresarios".

"Se rompe así la igualdad y se fragmenta el mercado de trabajo. Es una barbaridad que, consiguientemente, ha provocado nuestro voto negativo en un dictamen que ya no nos gustaba de antemano", aseguró Emilio Castro, secretario de Acción Institucional de UGT.

Por su parte, el seretario general de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, aseguró que esta propuesta, "que habrá que concretar y elegir el modelo para aplicar en España", facilita puestos de trabajo, al poner en contacto a los trabajadores que necesitan empleo y las empresas que precisan de personal.

Según la patronal, esta medida "no es exclusivamente privada", ya que dará oportunidad a que "universidades, diputaciones, organizaciones sindicales y otras instituciones colaboren en la reducción del desempleo".

Asimismo, el ES, que continuará esta tarde su sesión plenaria, aprobó la supresión del contrato de formación por el de aprendizaje. Los aprendices tendrán la misma cobertura en Seguridad Social que los otros contratados.

Esta ha sido la única enmienda propuesta por los sindicatos que ha contado con el visto bueno del pleno del CES. Otra de las medidas aprobadas ha sido que el contrato de fomento del empleo tienda a desaparecer, quedando en vigencia al menos un año más.

Previsiblemente hasta mañana no se emitiá el dictamen definitivo del CES sobre la reforma del mercado de trabajo. Lo que sí parece claro es que gran parte de lo que se debate y finalmente se aprueba dependerá de la comida que en estos momentos mantiene el presidente del Gobierno, Felipe González, con el presidente del CES, Federico Durán, según confirmaron a Servimedia fuentes de toda solvencia.