En el acto estarán presentes el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López; y Teresa Alberti, sobrina del poeta, que será la encargada de depositar el legado.

En la mesa redonda posterior participarán Christina Linares, directora comercial de la editorial Renacimiento; Lola Larumbe, librera de la librería Rafael Alberti; Nuria Capdevila-Argüelles, catedrática de estudios hispánicos y estudios de género de la Universidad de Exeter; y los poetas Luis Muñoz y Benjamín Prado.

María Teresa León y Rafael Alberti se conocieron en 1930, y poco tiempo después ella rompió su matrimonio para irse a vivir con él a Mallorca, casándose por lo civil en 1932.

Tras recibir una pensión para estudiar el movimiento teatral europeo, viajaron a Berlín (Alemania), la URSS, Dinamarca, Noruega, Bélgica y Holanda y, posteriormente, participaron en la fundación de la revista ‘Octubre’, en la que María Teresa León publicaría su obra ‘Huelga en el puerto’ (1933).

En 1934, regresaron a la URSS para asistir al Primer Congreso de Escritores Soviéticos, y ese mismo año, luego del estallido de la Revolución de Asturias, se fueron a EEUU con el propósito de recaudar fondos para los obreros damnificados.

En Ibiza les sorprendió la Guerra Civil, un conflicto durante el cual María Teresa León fue secretaria y Alberti miembro de la Alianza de Escritores Antifascistas junto a otros destacados autores. También participaron en la Junta de Defensa y Protección del Tesoro Artístico Nacional que trasladó las obras de arte del Museo del Prado y de El Escorial.

Tras la derrota republicana, se exiliaron a Francia, donde vivirían hasta finales de 1940, trabajando como traductores de la radio francesa Paris-Mondial y como locutores paras las emisiones de América Latina; Argentina, país en el que residirían 23 años y donde nacería su hija Aitana; e Italia, donde se trasladaron en 1963.

El 27 de abril de 1977 regresaron a España, pero María Teresa León arrastró una enfermedad grave que le provocó un deterioro cognitivo que le acompañaría hasta la muerte en 1988.

Por su parte, Rafael Alberti fue elegido diputado al Congreso por el PCE en las elecciones de 1977, pero enseguida renunció al escaño para continuar en Roma su trabajo como poeta y pintor.

Desde ese momento, asistió a recitales, conferencias y homenajes multitudinarios. No consiguió nunca un sillón en la Real Academia Española (RAE), pero obtuvo el mayor reconocimiento literario de las letras españolas: el Cervantes, en 1983. Rafael Alberti murió en su tierra natal, el Puerto de Santa María (Cádiz), en 1999.