Según el Cermi, las personas mayores, y sobre todo aquellas que tienen discapacidad, viven actualmente con una mayor indefensión y vulnerabilidad debido a que la sociedad es cada día más independiente y a los cambios constantes en materia política, sanitaria, económica o digital, entre otros. Destaca que son las grandes olvidadas para el mundo, en especial las mujeres, para las cuales reclamó “más y mayor protección social, un cumplimiento más estricto y exquisito de los exiguos derechos a ellas destinados, así como una mayor vigilancia y exigencia por parte de las organizaciones con ellas vinculadas”.

Una de las barreras a las que se enfrenta este colectivo hoy en día es el avance del edadismo, el cual hace una discriminación por razón de edad. Ante ello, el Cermi recuerda que las personas mayores con discapacidad aportan elementos esenciales para la sociedad como “experiencia, conocimientos, madurez y perspectiva temporal en el análisis de la realidad, así como valor a la economía y el consumo”.

Finalmente, el Cermi hace tres llamamientos. Por un lado, recuerda la “obligatoriedad de accesibilidad al medio físico, cognitivo, a las nuevas tecnologías o a los nuevos modelos sociosanitarios”. Además, exige a las administraciones públicas que asuman que existen importantes lagunas en materia legislativa y normativa y se siga trabajando en proteger los derechos de las personas mayores con discapacidad. Igualmente, reivindica que se continúe avanzando para “lograr la aprobación de la convención de Naciones Unidas sobre los derechos humanos de las personas mayores” con el objetivo de que esta se convierta en “faro guía a gobiernos y motor de futuras sociedades más inclusivas”.