Discapacidad

Cermi Mujeres pide reconocer el trabajo de los cuidados e impulsar la autonomía económica de las mujeres con discapacidad en el entorno rural

Madrid
SERVIMEDIA

La Fundación Cermi Mujeres (FCM) pidió reconocer el trabajo de los cuidados e impulsar la autonomía económica de las mujeres con discapacidad en el entorno rural.

Así lo hizo en la jornada de reflexiones conjuntas y buenas prácticas en el ámbito del envejecimiento, organizada por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur). Se trata de una actividad enmarcada en el proyecto ‘Cuidándonos para un Futuro Mejor’, subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

La FCM intervino en la mesa redonda ‘Secuelas físicas y psicológicas de los círculos de control social en personas mayores del medio rural’, en la que la coordinadora de la entidad, Isabel Caballero, abordó la situación de las mujeres mayores con discapacidad en el entorno rural. Sobre esta cuestión, Caballero recordó que no existe una política que incluya la intersección de género y discapacidad en el medio rural y que, además, tome en consideración la edad.

En este foro, la FCM denunció los preocupantes datos que arroja el XII Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer de 2018, donde se señala que, del total de mujeres que murieron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en 2018, el 20% tenía una discapacidad reconocida. La violencia, ya sea de género o doméstica, es un grave problema que sufren todas las mujeres con discapacidad de cualquier edad y residentes en cualquier ámbito, aunque sigue siendo una realidad invisible en las políticas públicas.

Según la FCM, contribuye a que se exacerbe la violencia y la sobreprotección el hecho de que en las zonas rurales el peso de las tradiciones incremente el control social situando en un lugar de mayor vulnerabilidad a las mujeres con discapacidad adultas mayores.

Sería necesario, en opinión de la FCM, articular medidas encaminadas a potenciar el empoderamiento de este sector de la población en todo lo relativo a la autonomía económica, ya que muchas mujeres con discapacidad mayores sobreviven con una pensión no contributiva, ingreso que, por lo general, se toma como un complemento más a la unidad familiar. De esta manera, las mujeres con discapacidad en muchas ocasiones ni siquiera saben el monto de su pensión ni deciden en qué invertirlo.

Así todo, la FCM cita como ejemplo de buena praxis para las mujeres con discapacidad en el entorno rural la iniciativa ‘Julia Mujeres Rurales y Salud Mental, redes que sanan en entornos rurales’, impulsado por la organización Salud Mental Castilla y León. Este proyecto consiste en la impartición de talleres de crecimiento personal y grupal dirigidos a mujeres con discapacidad psicosocial y es una respuesta a la necesidad de fortalecer los recursos de protección y prevención de la exclusión social y la violencia contra las mujeres con problemas de salud mental.

(SERVIMEDIA)
16 Jun 2022
LSM/clc