En una carta remitida a la directora general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Celia Gómez, el delegado del Cermi de Derechos Humanos y para la Convención de la ONU de la Discapacidad, Gregorio Saravia Mendez, explica que a través de una información de TVE su entidad tuvo conocimiento de que Berta Domínguez, que tuvo un accidente que la dejo tetrapléjica cuando estudiaba el último curso de Medicina, aprobó este año el MIR, pero cuando iba a incorporarse a su plaza de médico de familia en el reconocimiento la declararon incapacitada para el puesto.

En la carta expone que en declaraciones a TVE relata que la dijeron que “habían recibido un informe no apto de salud laboral” y que le dieron la opción de cambiar a Medicina Preventiva. No es una especialidad que le guste, pero "si es la única opción que tengo la tendré que coger porque no me voy a quedar sin el trabajo que me ha costado tanto conseguir", añadía Domínguez.

Durante cinco años compaginó los estudios y la rehabilitación “y ahora denuncia que nadie le ha dado la oportunidad de demostrar lo que es capaz de hacer”, agrega el representante del Cermi en la misiva.

Continúa explicando que por su baja movilidad en las manos han dado por hecho que ella no podría realizar una exploración con herramientas como un otoscopio pero Berta Domínguez aseguraba a TVE que nadie le ha dado uno para ver si lo podía utilizar".

Gregorio Saravia Mendez traslada a la directora general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad que para el sector social de la discapacidad, con el Cermi "a la cabeza, esta materia es de un enorme interés, pues todas las personas con discapacidad, por esta circunstancia, parten de una situación social que las expone más intensamente a los efectos adversos de la discriminación y la falta de oportunidades en términos de igualdad".

“Nuestra demanda", añade, "es, apreciada directora, que se anule en el caso de Berta Domínguez su exclusión final del proceso selectivo MIR, con la retirada de la plaza obtenida, y su reintegración a la misma, ofreciéndole la especialidad sanitaria de su elección, con los ajustes razonables que fueran precisos, y en caso de no ser posible la de su preferencia, otra que sea acorde con su circunstancia, pero nunca el ser apartada del proceso selectivo que superó suficientemente”.

El Cermi pide, por todo ello, la retrotracción del procedimiento a ese punto, cancelando la pérdida de plaza, “por discriminatoria”.