La estudiante, Cristina Salmerón, tiene discapacidad auditiva, por lo que no puede oír las grabaciones necesarias para realizar la prueba oral.

Por este motivo, Salmerón manifestó la necesidad de contar con un profesor que leyera los textos, ya que ella es capaz de leer los labios. Dicha solicitud fue denegada por la Administración educativa de la Comunidad de Madrid alegando que la estudiante "no cumplía los requisitos establecidos en el currículo", según explica Salmerón.

La única posibilidad que le ofrecieron fue usar unos auriculares "muy potentes" para que la alumna pudiera escuchar la grabación con más volumen, a pesar de que Salmerón explicó que "no depende de cómo sean los cascos sino de que no descifro lo que escucho, para mí sólo son ruidos".

El CERMI considera que dicha actuación resultaría discriminatoria hacia la persona en cuestión por cuanto vulnera su derecho a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación reconocido constitucional y legalmente.

Asimismo, este hecho vulneraría, a juicio del Comité, la Ley Orgánica de Educación y la propia normativa de la Comunidad de Madrid en materia de certificación de idiomas, ya que la Orden 2318/2008 dispone que la adaptación de las pruebas comprende también las necesarias para compensar las desventajas de las personas con discapacidad con algún grado de hipoacusia.

Por estos motivos, el Comité de la discapacidad dirigió un escrito a la Oficina Permanente Especializada del Consejo Nacional de la Discapacidad por el que se solicita la investigación de este asunto y la adopción de las medidas pertinentes.

El CERMI es la plataforma de representación y encuentro de las personas con discapacidad que aglutina a más de 4.000 asociaciones y entidades, que representan en su conjunto a los cuatro millones de personas con discapacidad que hay en España. Su objetivo es conseguir el reconocimiento de los derechos y la plena ciudadanía en igualdad de oportunidades de este colectivo.