Los hechos que ahora van a ser juzgados se remontan a febrero de 2004, cuando un comandante de la compañía Iberia Regional Air Nostrum negó la entrada en el avión a tres jóvenes sordos que pretendían volar de Melilla a Madrid. La compañía alegó que no podían viajar si no iban acompañados de una persona oyente que garantizase su seguridad.

Esta tarde se celebrará en Madrid la vista previa al juicio.El Cermi y la CNSE interpusieron esta demanda, que fue admitida a trámite dos años después. Se trata de la primera demanda de estas características que llega a un órgano jurisdiccional, que tendrá que pronunciarse en las próximas semanas sobre si la conducta de la compañía aérea supone una discriminación.

Las entidades demandantes piden al juzgado que condene a Iberia Regional Air Nostrum, por discriminación por razón de discapacidad, a indemnizar con 1 euro a cada uno de los perjudicados y a que cese en lo sucesivo de incurrir en este tipo de comportamientos.