Esta posición del Parlamento Europeo allana el camino para implantar una tarjeta europea de discapacidad y demostró, una vez más, estar del lado de las personas con discapacidad, según el Cermi. Además, con este anuncio, se dio comienzo las negociaciones entre las instituciones de la UE sobre la forma definitiva de la ley.

Asimismo, esta posición reflejó las demandas de las personas con discapacidad, gran parte de las enmiendas presentadas por el movimiento Cermi, entre ellas, las relacionadas con garantizar la igualdad de trato en el caso de desplazamientos por motivo de trabajo temporal o participación en programas de movilidad, la exigencia de accesibilidad universal de todo el proceso, la participación de las organizaciones representativas de la sociedad civil de la discapacidad, la gratuidad de la tarjeta o la disminución de los plazos de transposición.

El movimiento Cermi pidió a los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE “celeridad” en esta parte final del proceso legislativo a fin de que las personas con discapacidad puedan disfrutar “lo antes posible” de esta norma.