Así consta en una nueva normativa del Ministerio de Agricultura, que traspone a España las "normas mínims para la protección de cerdos" y en la que, además, se prohíbe atar a las cerdas y se trata a cuerpo de rey a los sementales porcinos (berracos), a los que garantiza "habitaciones" de entre 6 y 10 metros cuadrados.

La normativa parte de la base de que el cerdo "debe vivir en un entorno que se ajuste a sus necesidades de ejercicio y comportamiento exploratorio" y advierte de que "una importante limitación del espacio compromete su bienestar".

A partir de aquí, se desgranan las medidas para que elpuerco viva bien. Así, se garantiza una "superficie total de suelo libre" de un metro cuadrado para cada animal de más de 110 kilos y se prohibe "el uso de ataduras" para cerdas y cerdas jóvenes, una costumbre extendida en algunas zonas de España para controlar a las cerdas en celo o preñadas.

Los cochinos deberán tener, además, un mínimo de 8 horas de luz diaria, para evitar que estén encerrados en pocilgas muy oscuras o bajos de las casas, también muy habitual en algunas zonas de la geografía peninslar, mientras que se prohibe que sean sometidos a ruidos continuos de más de 85 decibelios.

CONFORTABLE AREA DE REPOSO

Además, los cerdos estabulados tendrán acceso "a un área de reposo, confortable desde el punto de vista físico y térmico, adecuadamente drenada y limpia, que permita que todos los animales se tumben al mismo tiempo".

La normativa establece también que "se alimentará a todos los cerdos, al menos, una vez al día" y, para que no sufran de sed, "todos los cerdos de más de dos semans de edad tendrán acceso permanente a una cantidad suficiente de agua fresca".

La ley comunitaria hace especial hincapié en el cuidado de los cerdos más pequeños, los lechones, y prohibe su destete antes de tener 28 días de edad, salvo que se trasladen a instalaciones especializadas en su cuidado.

Finalmente, se intenta acabar con algunas tradiciones referidas a la amputación de algunos miembros del cerdo o la castración. Por ello, se prohíbe la castración por medios de desgarre de tejidos y tambén el raboteo, es decir, cortarles el rabo para que no se lo muerdan entre ellos, en un comportamiento conocida como caudofagia.

Esta normativa es de obligado cumplimiento a partir de enero de 2003 para las explotaciones nuevas o reformadas y en enero de 2013 para todas las granjas.

Agricultura está incorporando mes a mes normativa comunitaria al sistema ganadero español. Anteriormente, se traspusieron leyes referidas a las gallinas ponedoras, a las que se garantiza 8 horas de descanso diario sinluz.