La capital renueva su imagen con tres plantaciones al año y en cada una de ellas, explicó Botella, se realiza también un exhaustivo trabajo de investigación y planificación para usar la variedad más apropiada para cada lugar.

"Yo misma, junto con el director general de Patrimonio Verde, elijo y compruebo 'in situ' qué especie y qué colores y tonalidades son los más apropiados para cada zona", indicó.

Las flores lucirán en los parques y en los grandes ejes de la ciudad, y también en jardineras y medianeras en los 21 distritos, según informó el Consistorio.

Botella subrayó el esfuerzo y los recursos que son necesarios para mantener las zonas verdes, sobre todo en la situación económica actual. "En una situación de crisis económica grave como la que estamos atravesando, nos llegamos a plantear si deberíamos prescindir de las flores que adornan nuestras calles y zonas verdes. Pero decidimos que nuestra prioridad debía ser mantener el empleo de todos los profesionales que, a través de las empresas adjudicatarias de los contratos de conservación y mantenimiento, trabajan en la plantación y la reposición de las flores", explicó.

Indicó que el Gobierno de la ciudad está redoblando sus esfuerzos para mantener el gasto corriente en zonas verdes, un gasto que desde 2003 se ha incrementado un 58% y que se ha traducido en un crecimiento del 90% del nivel de empleo en esta área, concretamente en 1.800 puestos de trabajo.

"Las flores", concluyó Botella, "son una forma magnífica de despertar la conciencia y avivar el compromiso de muchas personas con su entorno natural. No hay mejor manera de fomentar el respeto y la responsabilidad por el medio ambiente que desarrollando nuestra sensibilidad hacia la naturaleza. Espero que así lo sientan todos los madrileños esta primavera".