Así lo indicó el director de Desarrollo Corporativo de Cepyme, Álvaro Ramos-Catalina, en las conclusiones de la jornada 'Clave e impactos de la reforma laboral y la ley de empleo' de Cepyme y la Fundación ONCE, que tenía como finalidad informar de las novedades en materia de inserción laboral de las personas con discapacidad.

El asociado principal del Departamento Laboral de Garrigues Felipe Ochoa explicó que el objetivo de este contrato es la realización de actividades empresariales, donde los requisitos son ser una persona desempleada, con una discapacidad mayor o igual al 33%, pensionistas con incapacidad temporal o con una incapacidad permanente.

En esta línea, Ochoa detalló que no requiere causa temporal y que la duración del contrato va de 12 meses hasta los tres años, una cuestión "inédita" en el régimen general. Asimismo, insistió en que es “un contrato esencial y magnífico para facilitar la empleabilidad las personas con discapacidad”.

“Queremos que haya gente con discapacidad trabajando y deben hacerlo en las micropymes. El derecho laboral es muy precario y hay que adaptar a la realidad sociolaboral. La discapacidad sigue estando infrarrepresentada en el mercado laboral, por múltiples factores y es necesario que haya un apoyo específico”, insistió el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán.

Asimismo, aseguró que las unilateralidades y la pérdida de apoyo al contrato a personas con discapacidad “son dos graves errores” y realizó un llamamiento a sindicatos y a patronal para "seguir pactando medidas". En este punto, Durán recordó que las pequeñas empresas “necesitan ayuda a la hora de adaptarse a las nuevas leyes”.

Por su parte, el secretario general de Cepyme, Luis Aribayos, recalcó que el diálogo social “es el camino para funcionar y trabajar” y recordó que el 94,7% de las empresas españolas son micropymes. Asimismo, celebró que la reforma laboral saliera adelante, “aunque fue un trabajo muy difícil”, y lamentó que la ley de empleo “no fuera consensuada”.

INCLUSIÓN EN LAS EMPRESAS

Ochoa recordó que los puntos “esenciales” de la reforma laboral son los contratos formativos, destinados a adquirir una práctica profesional adecuada a los niveles de estudios; los contratos temporales, que se redefinen por circunstancias de la producción al desaparecer el contrato por obra o servicio; y los contratos fijos discontinuos, que se potencian frente a los temporales.

En cuanto a los contratos formativos, los límites de edad y en la duración máxima de contrato formativo no serán de aplicación cuando se concierte con personas con discapacidad. Además, hay un 50% de bonificación de la cuota empresarial de la Seguridad Social correspondiente a contingencias comunes.

Por otro lado, se seguirán aplicando los contratos formativos que se celebren con trabajadores con discapacidad que trabajen en centros especiales de empleo las peculiaridades que para dichos contratos se prevén en el Real Decreto 1368/1985, de 17 de julo.

“La normativa pretende crear un régimen jurídico favorable a la inclusión de personas con discapacidad. Además, se han creado reglas especiales que permiten coexistir las nuevas modalidades de contratación laboral y los mecanismos para atender necesidades extraordinarias de inclusión del colectivo de personas con discapacidad”, señaló Ochoa.

Por su parte, la secretaria general y directora de Transformación, Excelencia e Igualdad de Fundación ONCE y secretaria general de Inserta Empleo, Virginia Carcedo, animó a las pequeñas empresas a ser “más inclusivos” para que las personas con discapacidad puedan encontrar un trabajo "de forma más sencilla".

“No tienen la obligación de contratar a personas con discapacidad, pero es importante que se convenzan de que el talento con discapacidad genera equipos más comprometidos. Eso nos hará una sociedad más cohesionada, justa y sostenible”, concluyó.