Con esta iniciativa CEPSA ha destinado ya 26.365 millones de pesetas desde 1996 para ofrecer gasolinas con un contenido menor en azufre y cumplir así con la normativa de la UE sobre carburantes, recogida en las directivas de octubre de 1996 y enero de 2000. Esta normativa establece que las gasolinas sin plomo debe tener menos de 150 PPM (partes por millón) de azufre.

En la planta de San Roque los procesos se centrarán en reducir el contenido de azufre procedente de la corriente de la unidad de destilación FCC (Fluid Catalityc Cracking), que es el paso previo y necesasrio para que, a través de otro proceso de transformación, se pueda obtener finalmente la gasolina.