Según han informado a Servimedia altos responsables de Industria, el presidente del Central Hispano, José María Amusátegui expresó al ministro Juan Manuel Eguiagaray su compromiso de mantener informado a los responsables del departamento de la evolución de las negociaciones, y de intensificar los esfuerzos por mantener el control de la empresa en manos de accionistas españoles.

Para las fuentes consultadas, los acuerdos que hay entre el BCH y Elf no garantizan el control de Cepsa en manos españolas, que era la principal preocupación del Ministerio, por tratarse de la principal empresa petrolera privada española y la segunda más importante del país.

Aunque el BCH no ha confirmado el extremo de que Elf podría elevar hasta el 49 por cien su participación en Cepsa, en el Ministerio estiman que la posibilidad de que el banco reduzca hasta un 3 por cien su participación directa enla petrolera española merma considerablemente las garantías ofrecidas por sus responsables al Gobierno.

Esta situación ha provocado un fuerte malestar en Industria, ya que el acuerdo no sólo apunta en la dirección contraria a la esperada, sino que además fue comunicado al Ministerio después de cerrarlo con Elf Aquitaine.

El interés de Industria había llegado incluso a realizar algunas gestiones para el BCH en la búsqueda de posibles socios españoles, con el fín de que la petrolera francesa no suprara el 34 por cien que tiene actualmente, procentaje muy próximo al 38 por cien que el Central Hispano tenía hace sólo medio año.

Otro factor de incertidumbre sobre la futura propiedad de Cepsa lo plantea el que un 10 por cien de la refinera, que presidide Alfonso Escámez, está en manos de la compañía IPIC, firma petrolera del emirato de Abu Dhabi.

Hasta hora, los compromisos firmes entre BCH y Elf consiste en adquirir al banco una participación del 5,33 por cien que pasará, junto con el "paquet" actual del grupo francés a una sociedad que se crearía junto con el banco.