Pulido recalcó que crear 1.000 empleos diarios, como promete el Gobierno, no es suficient "para compensar los puestos de trabajo que se destruyen como consecuencia de la innovación tecnológica y el aumento de la productividad, ni para resolver el problema de que en España exista el doble de paro que la media de la Unión Europa".

El catedrático de Econometría señaló que los 630.000 empleos anuales necesarios se desglosan en 195.000 para acercarse a la tasa de actividad media de la UE, 150.000 para aproximarse a las tasas de paro comunitarias, 45.000 para compensar el crecimiento demográfic y 240.000 para compensar los empleos eliminados por el aumento de productividad.

Pulido advirtió que, si no se genera la suficiente cantidad de empleo, será inevitable un recorte del Estado del Bienestar, "tanto en las pensiones públicas como en las demás atenciones sociales con cargo a los Presupuestos".

Advirtió que esos recortes podrán afectar al seguro de desempleo, la asistencia social o las desgravaciones fiscales a las familias, ya que "no sólo será una exigencia económica, aun pensado qu haya una reactivación, sino que vendrá impuesto por la demografía. Porque si ahora tenemos una población con un 20 por ciento mayor de 65 años, en el 2000 será del 24,9 y en el 2040, del 41 por cien".

A su juicio, la creación de empleo al ritmo preciso para preservar el Estado del Bienestar exige también que los partidos adopten "decisiones para cuidar la innovación tecnológica y aumentar la formación permanente".

Pulido señaló que eso implica que cada persona que trabaje sostendrá a un número cda vez mayor de pasivos, "lo que obliga a un incremento sustancial del ahorro privado para impulsar la actividad económica".

Agregó que, en el terreno de las propuestas políticas sobre el empleo, a los políticos españoles les falta sentido de la innovación.

"No hemos lanzado, como en Francia, la idea de compartir el trabajo, de reducir a 32 horas la semana laboral, de acostumbrar a nuestros universitarios a buscarse el autoempleo, de que los trabajadores estén dispuestos a la movilidad geográfica.

Adujo que "la gente, según una reciente encuesta, está dispuesta a cambiar de trabajo, a aceptar una menor remuneración, incluso a realizar un trabajo diferente para el que se considera preparado, pero en cambio, no está dispuesta a cambiar de residencia".

A su juicio, eso obliga a "cambiar la costumbre de la vivienda en propiedad, que es una causa de la inmovilidad geográfica que caracteriza al español, y que será una causa de falta de competitividad, cuando los profesionales del resto de la Uión Europea vengan a trabajar y establecerse libremente en España".

PROTECCION CONTRA EL DESEMPLEO

Por otra parte, Pulido defendió una reforma del actual sistema de protección frente al despido y dijo que "para garantizar al trabajador frente al despido, sin los costes que hoy les supone a muchas empresas, se podría crear un fondo, que sería un seguro para el empleado que se viera privado de trabajo".

"Ese fondo", indicó, "se gestionaría externamente a la empresa, e iría unido al trabajador, culquiera que fuese la empresa en que trabajara. Por cada año de trabajo, se acumularía un mes de salario en el fondo, que pagaría la empresa, deduciéndose fiscalmente esos gastos. Un sistema así facilitaría adaptar las plantillas a las necesidades de las empresas y, por tanto, crear más empleo, sin temor a los costes de las reducciones de plantilla".

Agregó que "nuestros trabajadores, sobre todo los que tienen una formación más cualificada, deben estar dispuestos a trabajar en otros países, especialmene en la Unión Europea e Iberoamérica".