Esta investigación, llevada a cabo por la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, tenía por objetivo desarrollar tratamientos más eficaces para la eliminación de este parásito y menos tóxicos que los insecticidas, a los que los piojos terminan volviéndose resistentes, lo que incrementa el número de infecciones.

En el estudio participaron un total de 133 niños y adolescentes de edades comprendidas entre los dos y los quince años. La mitad de ellos utilizó lociones insecticidas, mientras que la otra mitad empleó cuatro cepillos y peines especialmente diseñados para eliminar liendres.

El porcentaje de éxito del primer tratamiento fue del 13%, mientras que el segundo conseguía un 57%. No obstante, los autores del estudio reconocen que se precisan estudios más amplios para desarrollar tratamientos efectivos, ante la magnitud del problema en el país.

El pasado mes de julio se declaró una epidemia en la Cámara Baja del Parlamento británico, que obligó a retirar de los lavabos los cepillos y peines que los parlamentarios tenían a su disposición.