En declaraciones a Servimedia, fuentes de la patronal empresarial y de los sindicatos aseguraron que las reuniones entre los agentes sociales se desarrolln en estos momentos con "normalidad" y avanzan "por buen camino".

Las fuentes empresariales consultadas reconocieron que uno de los principales escollos en la negociación es su propuesta de reformar el Estatuto de los Trabajadores para rebajar el coste del despido improcedente, a lo que se niegan en redondo los sindicatos.

El punto en el que podría haber acercamiento, según la CEOE, es en la clarificación de las causas del despido objetivo, que en la práctica supondría un abaratamiento. La indemnzación por este despido es de 20 días por año trabajado por un máximo de 12 mensualidades, mientras que en el despido improcedente es de 45 días por año y un máximo de 42 mensualidades.

La CEOE también quiere acordar algún mecanismo para evitar la judicialización de las relaciones laborales, pero descarta la propuesta de Fomento del Trabajo, la patronal catalana, del contrato estable con indemnización por despido previamente pactada, ya que esta medida podría ser declarada inconstitucional al suponer na discriminación del principio de igualdad entre los trabajadores contratados antes de la fecha de entrada en vigor y después.

La patronal ha puesto también sobre la mesa de negociación una propuesta dirigida a equilibrar la proporción que pagan como cotizaciones sociales empresarios y trabajadores. En la actualidad, indican desde la patronal, el empresario carga con el 80% de las cotizaciones, mientras que el 20% restante recae sobre el empleado.

La patronal no tiene como objetivo prioritario rducir el volumen global de las cotizaciones, según explicaron las fuentes consultadas, pero sí pretende una redistribución de las mismas de manera que las aportaciones de empresarios y trabajadores se sitúen en el 50%.

RECHAZO A LOS PLAZOS

Por su parte, Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, declaró hoy a Servimedia que, pese a las dificultades existentes, el acuerdo entre empresarios y sindicatos es posible. "Los temas están más a un nivel de conversación que de concreción", indicó.

Ferrer dejó claro que "nosostros no aceptamos ningún tipo de plazo", en alusión a la fecha tope fijada por el Ejecutivo, y dijo que "es un grave error por parte del Gobierno intentar condicionar a los agentes sociales a un plazo". Acusó al Ejecutivo de presionar e intentar interferir en el proceso de negociación.

A su juicio, estas declaraciones lo único que pueden lograr es "enrarecer" la negociación y "abrir una perspectiva de que no se produzca el acuerdo, porque puede alimentar a los sectores másreacios a la negociación de la patronal a que no negocien y que al final sea el Gobierno el que tome decisiones".

El responsable ugetista indicó que sería conveniente que empresarios y sindicatos llegaran a un acuerdo sobre el mercado de trabajo antes de la primavera, "pero no es tanto una cuestión de plazo de tiempo, sino que la complejidad de los temas que se están tratando exige una concreción en compromisos efectivos, y eso requiere una maduración y un tiempo".

Ferrer explicó que uno de los auntos más complicados en esta negociación es cómo reducir drásticamente la precariedad, para lo que los sindicatos piden que se equipare el coste de la contratación temporal a la indefinida por la vía de la indemnización o de una mayor cotización a la Seguridad Social.

También hay una gran complejidad, según Ferrer, en la definición de las causas del despido objetivo. Además, empresarios y sindicatos centran sus discusiones sobre el mercado de trabajo en la estructura, fortalecimiento y articulación d la negociación colectiva, temas que Ferrer dijo que "aún no están resueltos".