Se trata de 13 ciudadanos kurdos y un liberiano, que esperan en la zona de las personas que han solicitado asilo político y esperan contestación, y dos sudamericanos (un ecuatoriano y un argentino), que permanecen en la zona de no admitidos.

El centro, con capacidad para 36 personas, además de los niños que puedan traer, acogió hasta ayer a 15 inmigrantes africanos que no habían conseguido permiso paa entrar en España y que fueron enviados a Nigeria después de pasar 25 días en el recinto aeroportuario.

Ambas zonas del Centro de Pasajeros Inadmitidos cuentan con una amplia sala común, con televisión, teléfonos y máquinas automáticas de refrescos y café, varios dormitorios y aseos con duchas, tanto para hombres como para mujeres, con lo necesario para el baño de bebés.

El área de los pasajeros inadmitidos cuenta, además, con una pequeña sala donde poder reunirse con abogados o asistentes sociaes y otra sala para niños pequeños, con cunas, parque, trona y útiles y juegos infantiles.

El centro, inaugurado el pasado mes de junio, tiene asimismo un despacho para los asistentes sociales y otro para el Cuerpo Nacional de Policía, a cuyo cargo está.

Por su parte, la compañía Iberia tiene encomendado el servicio de alimentación de los albergados y sus vigilantes jurados participan en el traslado de los pasajeros entre el avión y las salas de inadmitidos.

Así, el pasado 28 de julio, el grpo que ayer fue enviado a Nigeria tuvo que ser desembarcado del avión que les iba a trasladar a Guinea Ecuatorial después de montar un alboroto al oponerse al viaje. Cuando el capitán de la aeronave ordenó evacuarlos, los guardas jurados les ataron las manos y amordazaron con cinta adhesiva, método que levantó fuertes críticas por parte de la oposición política y asociaciones de derechos humanos.