Estos inmigrantes "no vienen a quitarnos el puesto de trabajo, como todo el mundo cree, sino que tienen posibilidades precisamente porque no se cubren muchos puestos con españoles", señaló Gloria Jerónimo, asistenta social del Centro Guía de UGT.

"Ellos llegan", dijo refiriéndose a los inmigrantes, "y los empresarios dicen: si yo tengo que construir un chalet auí y me han dado un plazo de 6 meses, pues voy a coger a trabajadores extranjeros, porque me van a trabajar bien y me lo van a hacer".

"Con las empleadas de hogar pasa lo mismo", añadió la asistenta social de UGT: "Ahora, una española es muy dificil que se ponga a trabajar de interna en una casa por 60 o 70.000 pesetas al mes y, sin embargo, las extranjeras sí, porque además del salario, les soluciona el tema de la vivienda".

El Centro Guía de UGT, que lleva 4 meses abierto, proporciona orientacin jurídica y social a unas 20 personas de media al día, tanto refugiados como inmigrantes, la mayoría con la intención de acogerse al proceso de regulación de extranjeros en vigor desde el 10 de junio.

Por su parte, el servicio de CCOO lleva abierto dos años y, según Cristian Quiñones, ha atendido a más de mil trabajadores extranjeros desde enero de este año.

Los inmigrantes que pasan por el centro de UGT son, sobre todo, "magrebíes, tanto marroquíes como argelinos; y muchos del Africa subsahariaa: nigerianos, guineanos, de Costa de Marfil, de Sierra Leona", explicó Jerónimo, pero también "nos esta empezando a llegar mucha gente de Europa del Este: polacos, rumanos, húngaros, algún ruso. Y muchísimos sudamericanos".

EL PROBLEMA DEL ALOJAMIENTO

El alojamiento es una de las mayores necesidades que tienen quienes llegan al Centro Guía, señaló su asistenta social, "sobre todo del Africa subsahariana, porque los magrebíes parece que se buscan un poco más la vida en ese sentido, consiguen trabajoantes, tienen más habilidades, viven entre ellos, también un poco hacinados, pero bueno".

Cruz Roja ha tramitado desde principios de año 3.400 solicitudes de asilo y refugio en Madrid, de los cuales 1.500 son africanos.

Muchos exiliados son acogidos al llegar en el único albergue de Madrid que existe para ellos, el de Cruz Roja, con capacidad para 120 personas. Pero allí sólo pueden estar un tiempo y después reciben una pequeña ayuda económica por espacio de seis meses, mientras que los trámites ara obtener el estatus de refugiado duran un año o más, aseguró Jerónimo.

Ello les obliga a buscar un medio de subsistencia. Pero si encuentran un trabajo, segun la ley, para que el Instituto Español de Emigración conceda el permiso de residencia, deben renunciar a solicitar su estatus de refugiado.