El centro, reformado con una subvención de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) y mediante la colaboración de los propios alumnos, funciona desde hace cuatro años, aunque fue inaugurado oficialmente el pasado mes de febrero por la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández.

Según una información que publica en su últmo número la revista del Ministro de Educación, "Comunidad Escolar", La Barca fue una iniciativa que nació hace siete años, por iniciativa de padres y profesionales preocupados por dar una alternativa a los muchachos que, procecentes del Centro de Educación Especial Fernando Arce, de Torrelavega (Santander), habían superado la edad escolar y no encontraban más opción que volver al domicilio familiar.

En la actualidad, el colegio atiende a 14 adultos deficientes psíquicos durante todo el día, aunque eisten instalaciones para que puedan residir temporalmente aquellos deficientes a los que sus familias no pueden cuidar.

Las enseñanzas consisten, sobre todo, en el adiestramiento de los adultos para que puedan hacer una vida autónoma y trabajar en los talleres ocupacionales.

Una de las características más relevantes de La Barca es que los alumnos, que viven cerca de Viveda, están capacitados para utilizar el transporte público en sus desplazamientos hasta el centro.

Además, dispone de un Sericio de Ayuda a Domicilio que asiste, por medio de auxiliares, a los muchachos en sus casas y les adoctrina para que hagan en sus casas lo que han aprendido en las clases, como lavarse, hacer la cama o vestirse sin ayuda de nadie.

Por otra parte, La Barca también ha creado una Escuela de Padres, que está destinada a informarles sobre la problemática de sus hijos, mediante conferencias, cursos y charlas.

El premio, dotado con 250.000 pesetas y que los galardonados recogerán en diciembre de este ao, supone el reconocimiento internacional a una trayectoria pedagógica y, asimismo, un impulso para extender este modelo educativo a otras localidades de la región y del país, según los responsables del centro.