El informe aprobado limita más las emisiones contaminantes de las grandes instalaciones de combustión con una potencia térmica igual o superior a 50 megavatios. Estos nuevos valores reducen la emisión de óxido de nitrógeno y cenizas procedentes de instalaciones a las que se conceda una autorización a partir del 1 de enero del 2000.

De este modo, hay una normativa triple para stas centrales, según fueran autorizadas antes de julio de 1987 (fuera de la legislación comunitaria), entre esta fecha y 1999, o a partir del año 2000.

Por otro lado, la Eurocámara ha rechazado la autorización de excepción que la Comisión concedió a España, para crear antes del 2005 nuevas centrales eléctricas que usaran combustibles sólidos nacionales o de importación, aunque se infringieran los límites previstos por la normativa general.