Gullermo Navas, portavoz de Aedenat, declaró hoy a Servimedia que la nuclear alteró las condiciones naturales del agua del Tajo al verter el agua que refrigera la central a altas temperaturas.

La confederación hidrográfica obliga a esta instalación a devolver el agua que toma del Tajo para refrigerar el circuito secundario a una temperatura que nunca sea superior en tres grados a la que marca antes de entrar en la central.

Según Navas, esta diferencia fue ampliamente superada a partir del pasado me de septiembre, cuando el caudal del río Tajo no llegaba a los siete metros cúbicos por segundo, inferior al que necesita Zorita para refrigerarse.

Aedenat ha denunciado que si bien esta "contaminación térmica" del Tajo no implica riesgo radiológico, distorsiona las características naturales del Tajo y vulnera la normativa vigente, por lo que los ecologistas consideran que la nuclear ha incurrido en un delito ecológico.

Asimismo, Guillermo Navas lamentó la actitud de la Confederación Hidrográficadel Tajo, por no proporcionar los datos de las mediciones realizadas en el río aguas abajo de la central.

Según el portavoz de Aedenat, esta situación no es nueva, ya que en 1993 hubo una denuncia contra Zorita como presunta responsable por contaminación térmica de la mortandad de peces en una piscifactoria situada aguas abajo de la nuclear, y el año pasado la confederación hidrográfica tramitó un expendiente contra la central por supuesto daños al dominio público hidráulico.

El bajo caudal del Tjo en determinadas épocas del año ha provocado que la central de Zorita haya tenido que funcionar a potencias muy reducidas y ha obligado a sus propietarios a construir una torre de refrigeración.