Según explicó el director de la planta, Aquilino Rodríguez, "la variación del caudal del Tajo provoca el aumento y disminución de la operatividad de la central que no puede funcionar al cien por cien hasta que no se ponga en marcha la torre de refrigeración".

La citada torre, que quedó instalada el pasado mes de abril, no cuenta, por el momento, con los permisos del Ministerio de Industria y Energía y del Ministerio de Medio Ambiente, para una nuva captación de agua del río Tajo.

Hasta que la central no cuente con la torre de refrigeración, la potencia de la planta dependerá del caudal del río Tajo y de las condiciones ambientales, según Aquilino Rodríguez.

El responsable de Zorita precisó que "al refrigerar, mediante la torre, el agua que devolvemos al Tajo, la capacidad térmica a disipar en el condensador podrá aumentar y, por lo tanto, subir la potencia al cien por cien".