Según los conservacionistas, la disminución del caudal del Tajo, decretada por el Gobierno, restará capacidad de enfriamiento a la central de Zorita, lo cual puede resultar peligroso si se mantiene la potencia actual.

"Las centrales nucleares y térmicas necesitan refrigerarse continuamente para desprender el calor que no se tranforma en electricidad, para lo cual utilizan agua de ríos, embalses o mares próximos", se explica en el comunicado de Aedenat.

Para producir los 160 MW que rinde actualmente, Zorita necesita disipar 84 millones de calorías por segundo, para lo cual toma del Tajo un caudal de 7,1 metros cúbicos por segundo que, tras pasar por el circuito de refrigeración, es devuelto caliente al río.

Para reducir la contaminación térmica y disminuir el impacto ecológico sobre el río, la Confederación Hidrográfica el Tajo ha fijado como límite 3 grados centígrados el salto térmico del agua tras el paso por la central. Esta imposición es la causa de que Zorita esté a un 31 por ciento de su capacidad total de 510 MW de electricidad.

Aedenat cree que la central sigue superando el límite de 3 grados que marca la diferencia entre la temperatura del agua que toma y la que descarga. "Este efecto es más perceptible en verano por el escaso caudal del Tajo, y lo será aún más si se reduce el caudal de los embalses de Entrpeñas y Buendía".

Con motivo de la polémica del trasvase Tajo-Segura, Aedenat recuerda que "los más de 40 hectómetros cúbicos de agua que la central de Trillo, situada en la cabecera del río, evapora en sus torres de refrigeración cada año son una cantidad superior a la que está en litigio en dicho trasvase".